La decoración es una de las claves para sentirse cómodo y en armonía en una casa. Por eso, el Feng Shui lleva años siendo una referencia para muchos a la hora de organizar y decorar las diferentes estancias de un hogar. ¿Quieres saber más sobre él?
El Feng Shui es mucho más que un término de moda, se trata de una antigua filosofía China. En español Feng se traduce como «Viento» y Shui como «Agua», pero ¿qué tienen que ver el viento y el agua con la decoración del hogar? El Feng Shui es una práctica que nos permite ordenar los espacios donde vivimos para crear un balance con el mundo natural. El objetivo es tomar y aprovechar las fuerzas energéticas para crear armonía entre el individuo y el entorno donde vive. Interesante, ¿verdad? Ahora que ya sabés que es el Feng Shui, te contaremos cómo funciona y cuáles son sus principios esenciales. Así podrás ponerlo en práctica si lo que buscás es transformar tu casa en un lugar en equilibrio con la naturaleza. ¡Empezamos!
La posición dominante
La posición dominante es la posición óptima en un ambiente que nos permitirá disfrutar del mejor flujo de energía y, consecuentemente, sentirnos bien.
Según el Feng Shui, la posición dominante es el punto que se encuentra más alejado de la puerta, no debe encontrarse en línea directa con esta, ubicándose en diagonal y con una línea de visión clara hacia ella. En esta posición dominante es donde ubicaremos aquellos muebles donde pasaremos más tiempo. Por ejemplo, si se trata de una habitación, debemos ubicar la cama en la posición dominante; si hablamos de un estudio, allí colocaríamos el escritorio.
Si, por cuestiones de espacio. no podemos ubicarlo en posición diagonal, debemos asegurarnos de que la puerta pueda verse claramente desde allí. En el caso del dormitorio, por ejemplo, para un descanso óptimo es imprescindible ver claramente la puerta, sino estaremos más tensos y en alerta. Para reforzar aún más la posición dominante, lo que tenemos a nuestras espaldas es igual de importante. No debemos tener a nuestra espalda una ventana cuando estamos sentados o acostados. Una cabecera nos dará buen respaldo, manteniéndonos protegidos y conectados a la tierra.
Bagua
Bagua en español significa «ocho áreas» y se trata de un mapa energético de tu espacio. Es una cuadrícula de tres por tres con ocho casilleros, donde cada casillero representa una categoría de tu vida: riqueza, fama, amor, familia, hijos, conocimiento, carrera y ayudas. La casilla del centro te representa a vos, tu salud y tu bienestar general.
Las distintas escuelas del pensamiento Feng Shui se basan en el bagua para realizar el análisis de una vivienda y aplican el mapa de forma diferente. Algunas colocan el bagua de manera tal que las áreas correspondientes al conocimiento y la carrera estén alineadas con la entrada de la casa, mientras que otras orientan el bagua según la energía del año o la brújula. La forma más sencilla de usar el bagua en tu vida es identificar cuáles son las tres áreas que necesitan más atención, en vez de trabajar las 8 a la vez, aplicando los principios del Feng Shui en el espacio que le corresponda en tu hogar.
Los cincos elementos
Los principios del Feng Shui se centran en los cinco elementos: tierra, agua, madera, fuego y metal. Ubicarlos de forma correcta en nuestros ambientes estimula la energía y promueve el bienestar. Para colocarlos de la manera más óptima, debemos guiarnos por el bagua, que nos dirá qué parte de nuestra casa necesita cada uno de los estos cinco elementos.
- La madera le corresponde a la riqueza, la vitalidad y el crecimiento. Es un elemento de abundancia que se utiliza para promover la riqueza y prosperidad. Podés representarlo con tonos marrones y verdes, así como elementos decorativos como plantas, almohadones verdes, imágenes de vegetación, etc.
- El fuego es felicidad y creatividad, amor, romance y pasión. Incorporalo con colores como el rojo, amarillo, naranja, rosa, violeta o magenta. Colocá velas en estos colores, imágenes o elementos decorativos inspirados en el fuego o pantallas amarillas para tus lámparas.
- La tierra es alimento, protección, estabilidad y apoyo. Es un elemento clave para traer paz al estrés de la vida diaria. Se expresa en colores beige, arena y gris pardo, y es ideal para incorporarlo al dormitorio, nuestro lugar de descanso. Agregá este elemento en tu habitación con objetos de cerámica, alfombras y almohadones beige o amarillo claro, fotos e imágenes de paisajes.
- El metal es estructura y disciplina, eficiencia y productividad, elimina distracciones y brinda calma, claridad y liviandad. Los colores que lo evocan son el gris y el blanco. Usalos para balancear ambientes que sean excesivamente cálidos y acogedores, a los que le falta estructura. ¡Pero ojo! No te pases o acabarás con un espacio demasiado frío. Representalo con alfombras o almohadas blancas, paredes grises y marcos metálicos o bowls decorativos.
- El agua, uno de los elementos más fuertes, brinda energía refrescante, armonía y tranquilidad, proporcionando sensación de fluidez y renovación. Además, simboliza abundancia y es usado en el Feng Shui para cultivar riqueza. Sus colores son azul y negro. Agregá agua a tus ambientes con espejos, fuentes, imágenes de agua, alfombras azules y objetos de decoración inspirados en este elemento.
El uso del color
El color es esencial al hablar de decoración. Cuando se trata del Feng Shui, debemos tener en mente que el color es esencialmente la percepción visual de las ondas de luz y que, tanto la luz como el color, son energía.
Cada color tiene una cualidad energética que, según el Feng Shui, está relacionada con los cinco elementos. El color es también una de las formas más sencillas y rápidas de modificar la energía de un espacio, por lo que su aplicación va a estar íntimamente ligada con las ocho áreas de tu hogar. Para crear una buena energía es importante elegir los colores que refuercen el elemento del área que estamos decorando. Por ejemplo, si buscamos mejorar la riqueza y la prosperidad, deberíamos mapear qué área de la casa corresponde al área de la riqueza según el bagua. Luego, como ya explicamos antes, el elemento que le corresponde a la riqueza es la madera y sus colores son el verde y el marrón. Por lo tanto, los elementos decorativos que elijamos deberán corresponder a estos colores y tendrán que estar colocados en el área de la riqueza que definimos según el bagua.
Esto es solo un breve resumen de cómo funciona el Feng Shui. Esta ancestral y compleja filosofía puede generar un cambio muy positivo en nuestro hogar, pero hay muchísimo más por descubrir y poner en práctica. ¿Querés dar un paso más y aplicarlo correctamente en tu hogar? Contactá con nuestros profesionales de decoración en Buenos Aires, que te ayudarán a adentrarte aún más en este mundo para renovar completamente la energía de tu casa.
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